Capítulo 1: En la jungla
Celia no sabía dónde se encontraba hasta que descubrió que el juego la había atrapado y se encontraba dentro del juego. Celia vio unos leones y comenzó a correr hasta que encontró una cueva donde se escondió. Consiguió despistar a los leones. Lo único que la podía salvar era que alguno de los otros sacase un tres al tirar los dados.
Mientras, en el hospital. Carlos había conseguido cerrar bien la puerta para que los guepardos no entraran en la habitación.
-Ya se habrán ido-dijo Raquel-, ¿dónde estará Celia?
-¿De qué va todo esto?-dijo Carlos.
-Lo que tienes en tus manos es "Jumanji", un juego maldito que hace que ese tipo de cosas salgan del juego.
-¿Perdona?-dijo Carlos-, se os ha ido la pinza por completo. Aquí tenéis vuestro juego, yo me voy.
-No puedes irte-dijo Raquel-, ¿has tirado los dados?
-Sí-dijo Carlos.
-Entonces tienes que ayudarnos a terminar la partida o esas cosas nunca desaparecerán-dijo Raquel.
-Demostradme que estáis diciendo la verdad-dijo Carlos.
-De acuerdo-dijo Raquel-, dame el juego, me toca a mí tirar los dados.
Carlos puso el juego encima de la cama. Raquel cogió los dados y los tiró. Sacó un dos. En ese momento la esfera comenzó de nuevo a reflejar palabras.
-"Cuidado con el suelo que pisas, no es seguro"-leyó Raquel.
En ese momento todo el edificio comenzó a temblar y a romperse en dos. Raquel se levantó de la cama y cogió el juego.
-Hay que salir del edificio-dijo Raquel.
Capítulo 2: El tres
Los tres comenzaron a correr para poder salir del edificio. Los tres consiguieron salir y se trasladaron a un parque. Allí, los dos se sentaron en una mesa para hablar con Carlos sobre el juego. Carlos decidió creerles y ayudarles a terminar la partida. Abrieron el juego y Javier tiró los dados: sacó un tres. Los tres se acercaron para leer el mensaje:
-"La estampida es lo que busca el pasado maldito"-leyó Javier.
En ese momento el suelo comenzó a temblar. Los tres cerraron el juego y se acercaron a una carretera, igual que todo el que pasaba por allí. En ese momento, todo el mundo pudo ver una estampida de elefantes, leones, cebras, etc... acercarse hacia ellos a toda velocidad.
Los tres comenzaron a correr hasta que alguien les cogió y les tiró a una zona apartada de un parque. Los tres se pusieron muy contentos al ver que se trataba de Celia, que había regresado. Los tres huyeron de aquella zona y regresaron a la casa de Javier.
-En la selva del juego-dijo Raquel-, no sabíamos nada.
-Estando allí he descubierto algo-dijo Celia-, tenemos que acabar la partida lo antes posible, allí hay de todo, y no me gustaría que estuviese en este mundo mucho tiempo.
-Te toca tirar a tí-dijo Javier.
-No sé si me atrevo-dijo Celia-, no quiero volver a quedarme atrapada en el juego.
-No te quedarás-dijo Carlos-, no vamos a dejar de jugar.
-De acuerdo-dijo Celia.
Cogió los dados y tiró. Sacó un seis. La figura de la pantera se movió y los cuatro se acercaron para leer el mensaje:
-"Cuidado con el aroma verde"-leyó Celia.
En ese momento, la casa comenzó a llenarse de ramas verdes y plantas de todo tipo. Cada vez parecía más una selva que una casa. Los tres se quedaron paralizados cuando una gran planta salió de la chimenea y agarró a Raquel de la pierna.
Capítulo 3: La tirada ocho
La planta comenzó a tirar de Raquel para intentar comérsela. Carlos cogió una espada de decoración antigüa y consiguió liberarla. Las plantas cada vez iban creciendo más. Javier cogió el juego. Los tres decidieron subir a la bohardilla para intentar encontrar un lugar seguro.
-¿Estás bien?-dijo Javier.
-Sí-dijo Raquel-, ha sido sólo un susto.
-Celia te vuelve a tocar a tí-dijo Carlos.
-De acuerdo-dijo Celia.
Celia cogió los dados y sacó un tres. La figura de la pantera se movió. Todos se acercaron para leer el mensaje.
-"La tirada número ocho tiene un premio especial, descúbrelo a tiempo o morirás"-leyó Celia.
-¿Qué significa?-dijo Raquel.
-No lo sé-dijo Celia-, pero tengo que descubrirlo pronto o moriré.
-No te preocupes-dijo Carlos-, encontraremos una solución.
En ese momento, Celia pudo ver como sus manos estaban comenzando a tener arrugas: estaba envejeciendo a una gran velocidad. Los cuatro sabían que tenían que encontrar ese premio antes de que fuese demasiado tarde y Celia muriese.
Todos se pusieron a buscarlo hasta que Carlos decidió tirar los dados para continuar con la partida. Sacó un cinco. La figura de la serpiente se movió y se acercó para leer lo que ponía en la esfera:
-"Busca por el sitio adecuado y descubrirás su salvación"-leyó Carlos.
En ese momento, Carlos sintió un gran dolor en el dedo gordo del pie. Todos se acercaron y descubrieron que se le había hinchado y que tenía forma de botellita pequeña.
Capítulo 4: El antídoto
-Ya sé lo que significa-dijo Javier-, es el antídoto para que Celia vuelva a la normalidad.
-De acuerdo-dijo Carlos-, cortadme el dedo. Aquí hay hielo. No pasa nada. Me da igual quedarme sin dedo. Cortalo rápido.
Javier cogió un cuchillo y le cortó el dedo. Raquel comenzó a curarle el pie a la vez que Javier le acercaba la botellita a Celia para que se la bebiese. Una vez que Celia se la bebió, todos pudieron observar cómo volvía a la normalidad.
En ese momento, las plantas comenzaron a alcanzar la bohardilla. Los cuatro cogieron el juego y saltaron por la ventana hasta la piscina. Cuando vieron la calle descubrieron que la ciudad se estaba conviertiendo en una jungla con todas las cosas que habían salido del juego.
Decidieron ir a una especie de bosque, un poco a las afueras de la ciudad. Allí, Raquel abrió el juego y se preparó para tirar los dados. Sacó un ocho. La figura del tigre se movió y se acercó para leer el mensaje:
-"El peligro que habéis vivido aún no ha sido nada"-leyó Raquel.
-¿Qué significa?-dijo Raquel.
En ese momento, una flecha estuvo apunto de alcanzar la cabeza de Celia. Los cuatro pudieron ver que había aparecido una tribu muy numerosa para atacarles. Los cuatro cogieron el juego y comenzaron a correr por el bosque, pero no pudieron continuar juntos y se separaron.
Raquel y Carlos se ocultaron en una especie de cueva para intentar despistarles. Javier y Celia se ocultaron detrás de unos grandes arbustos pero no pudieron evitar ser capturados por la tribu. Raquel y Carlos lo vieron, por lo que Raquel decidió tirar los dados. Sacó un tres. La figura del tigre se movió y se acercó para leer el mensaje.
-"Si metes la pata no debes preocuparte, tenemos ocho para prestarte"-leyó Raquel.
En ese momento notaron un escalofrío detrás de ellos y vieron muchas arañas enormes. Los dos salieron corriendo de la cueva hasta que la tribu también consiguió cogerles. El jefe cogió el juego y se lo guardó. La tribu amordazó a los cuatro amigos y se los llevaron a una zona del bosque en la que había resurgido su campamento.
Capítulo 5: La escapatoria
Los cuatro amigos fueron encerrados en una de las chozas. Tenían que salir de allí y recuperar el juego para poder terminar la partida. Raquel consiguió soltarse y comenzó a liberar a los demás. Saltaron de una tienda a otra hasta llegar a la del jefe.
Javier consiguió el juego y decidieron tirar los dados. Javier los cogió y tiró. Sacó un cinco. Se acercó para leer lo que salía escrito en la esfera:
-"El peligro que vivías será peor, cuando se produzca una traición"-leyó Javier.
En ese momento, los ojos de Carlos cambiaron de color. Cogió el juego y dejó incosciente al resto. Cuando los tres se despertaron, descubrieron que Carlos se había unido a la tribu e iban a quemar el juego antes de terminar la partida, por lo que todas las cosas que habían salido del juego nunca desaparecerían.
-Tenemos que hacer algo-dijo Raquel.
-Me toca a mí tirar los dados-dijo Celia-, pero es imposible alcanzar el juego.
-Seguro que en la siguiente tirada sale algo para que Carlos vuelva a ser el mismo-dijo Javier.
-Ya sé qué hacer-dijo Celia-, recuerdo algo de cuando estuve en la selva del juego.
En ese momento, Celia se aclaró la garganta y comenzó a gritar la palabra: "JUMANJI". La tribu comenzó a asustarse y tiró el juego a la hoguera. Javier fue rápido y consiguió sacarlo a tiempo. Carlos fue hacia ellos para recuperar el juego. Celia fue rápida y tiró los dados. Sacó un dos. La figura de la pantera se movió y leyó el mensaje de la esfera:
-"La amistad volverá pero el peligro aumentará"-leyó Celia.
En ese momento, los ojos de Carlos recuperaron su color. Los cuatro amigos se abrazaron pero descubrieron que la tribu había aumentado en gran número y que las arañas ahora eran mucho más grande. Todos comenzaron a rodearles.
-Tenemos que salir de aquí-dijo Carlos.
Éste cogió los dados y tiró sacando un siete. La figura de la serpiente se movió y se acercó a leer lo que había escrito:
-"Esto quema mucho, ten cuidado"-leyó Carlos.
En ese momento, el bosque comenzó a incendiarse.